Una clase muy aburrida, solo haremos lo que no se debe.

Uno siempre puede quejarse de todo lo que quiera, después de todo la libre expresión no está prohibida en nuestro mundo, o al menos no ahora. Si deseas faltar a importantes reuniones también puedes hacerlo, es lo mismo que saltarse clases, comer en el laboratorio… y todo eso que está contra las reglas. Si enseñas mal, aprendes mal, una ley muy simple de la vida. Así que… ¿Por qué no ponemos un poco de orden para ganar respeto?
¡A ver si me prestan atención! Comenté golpeando el escritorio con fuerza para levantar a aquellos que se encontrasen adormilados o que hubieran cerrado los ojos durante la lección. La pregunta que todos se hacen es ¿Dónde está este muchacho ahora? Bien, les contaré: Después de dar muchas vueltas, perderse, intentar mirar el plano de la edificación que decía “Usted está aquí” cosa que no era cierto porque yo no estaba parado en ese trozo de papel, digamos que logré encontrar mi puesto de trabajo. A esta hora, en este lugar, en esta aula, me tocaba a mí, el más malo de todos los malos dar mi primera clase. Uno debería enseñar cosas importantes a los niños que les sirvan en la vida, como sobrevivir, usar adecuadamente un arma, el cómo se debe pisotear la cara a uno para que no se mueva más y que aprendan su lugar, pero yo… tenía otro de esos días mugrosos en los que al mirar por la ventana y ver el sol resplandeciente y hermoso, era una pura patraña y no tenías ni ganas de ver la felicidad de otros, solo quieres arruinar el día al resto como algo lo hizo contigo. Un movimiento rápido de mi mano hizo que las persianas ocultasen la visa al exterior para que nadie se pudiese distraer, para que nadie pudiese divertirse, para que nadie pueda, ser feliz. Muajaja, pero que mente malvada la mía, es lo que pensé en ese momento, ahora tocaba torturar las mentes de los más pequeños y todo aquel que desease estar en mi clase.

Como seguramente es vuestra primera clase conmigo, me voy a presentar como el fabuloso Sparker, si dicen algún chiste o comentario de mi nombre, les colocaré una sanción, así que escuchen atentamente mis normas antes de comenzar.
No me importa los asuntos importantes que ustedes tengan, o las reglas que tuvieran antes, en mis horas se harán las cosas a mi manera. Número uno, al entrar en mi salón todos apagarán sus celulares, no los dejaran en vibrados siquiera, porque lo sabré. Si escucho alguna tonada de esos móviles, no se los quitaré, tendrán castigo severo. Número dos, prohibido absolutamente ¡Y estrictamente comer en clase! Conmigo se trabajará con reactivos peligrosos, si comen algo que pasó antes por una mesa, les cae algo encima, les salpica lo que sea, o cualquier cosa y luego llega a sus bocas, no solo sufrirán de un dolor abrumador y caerán enfermos ¡Sino que recibirán una sanción que nunca olvidarán!
Un sujeto estricto es lo que hace a una mente disciplinada y aplicada. Tantas eran las ideas locas que se me venían a la cabeza cuando decía torturas… digo, sanciones. Yo no era como una madre que solo reta a los niños y luego en unos días eso pasa, no, conmigo las cosas siempre eran horribles y traumatizantes. Antes de continuar miré al resto del salón para ver si me seguían o si al menos tomaban nota, algo me decía que iba a actuar pronto y que si ellos se portaban como angelitos y hacían las cosas bien, significaría solo que algo traman, porque… no pueden ser todos perfectos.

-¿Cómo llegué a este horrible.. instituto?-

Comento negando con la cabeza mientras mis charas revolotean a mi alrededor. Kimi, Yuna.. ¡Esperen! ¿Y las otras dos? La estúpida de Sayumi se olvida hasta de sus charas. ¡Maldición! Ya cállate.. ¿No tienes nada mejor que hacer más que molestarme? No. ¡Mierda! Otro asqueroso combate mental, los odio. ¿En qué estaba? Ah, cierto.. ¿Dónde están mis otras dos charas? Al mismo tiempo en el que me acerco a la gran puerta de esta.. ¿Linda? Academia, Yuna me detiene con un golpe en la cabeza.

-¿Tu también seguirás a la tonta de Mayumi?-

Dice mi chara con una mirada de esas que te tira tu madre cuando no le prestas atención y la ignoras. Vale, que creo que medio entiendo porque estoy aquí enfrente de una escuela. ¡Cierto! Ya lo recuerdo. Nos encontrábamos mis charas y yo caminando por la calle, recién había salido de firmar unos papeles en la empresa. Mayumi sintió algo.. ¿Qué era? Eran.. Era.. ¡Charas! Si, Mayumi sintió la presencia de unos charas y voló hasta está academia y Saiko la siguió. Ahora ya entiendo. Me aproximo a la entrada y leo en un placa al lado de esta: "Academia Seijo". Ah, vale "Seijo" El nombre se me hizo un poco ridículo. Bueno ¿Qué se puede esperar de una chica que nunca estudió fuera de su casa? Y ahora que lo pienso.. ¿Qué hora es? Se supone que tengo clase de literatura en la casa. Que va, prefiero tener una fascinante aventura. Si es que no mueres primero. Dijo la maldita voz. Tsk, que fastidio. Caminé hasta pasar las gigantes puertas. Pasé por un camino que daba a otra puerta, seguro que esta es la de la verdadera entrada ¿no? La que conectaba con aulas y jardines que se veían en las películas. Eso espero.. Si no, sería una gran decepción.. ¿Decepción? Jajaja, me hago reír a mi misma y de por si dije "gran" Mi vida ha estado llena de decepciones ¿qué importaría una más? Me aventuro recorriendo los gigantes pasillos de la institución, a lo lejos veo jardines. Vale, que yo quería otra decepción. Las charas restantes, Kimi y Yuna me siguen por atrás.

-Mayumi.. Saiko..-

Menciono en un hilo de voz. Seguramente mis charas me iban a escuchar con todo ese ruido, si, en el salón de al lado se escuchaba como si tuvieran una mega fiesta. Que divertido se escucha. ¿Divertido? Para diversión mejor los libros. Continuo con mi "aventura" caminando por los pasillos hasta que algo hace que de un leve salto. Saiko. Maldita Saiko, casi me mata de un susto. Sayumi asustada.. Sayumi asustada.. Eres una mierda~ Sayumi es una mierda~ Demonios.. ¿Qué acaso no puede dejar de existir esa fucking voz? Regresé a la realidad con el toque de Saiko a mi hombro, susurro algo como: Mayumi entró a un aula. Shit.. Shit.. Shit.. Esa boba asquerosa de.. de.. de.. Ya nada. Kimi, Yuna y yo seguimos a Saiko hasta el aula donde supuesta mente Mayumi se encontraba.

-¡A ver si me prestan atención!-

Escuché un grito salir de la aula. Ouch, profesor molesto. Seguramente alguien se durmió o le estaban ignorando o simplemente le dio la gana gritar. Siempre, siempre en un mal momento mi celular suena. Atendí, era la secretaria de la agencia, las nuevas modelos de Roma habían llegado. Me recordaron a mi compañera de habitación, ja, pobre. Kimi estaba apunto de abrir una barra de chocolate.. ¿De dónde la saco? Ni idea tengo y no planeó preguntarle. La barra era muy grande así que le ayude con tres cuartos de ella, lo demás se lo repartieron entre mis 3 charas. Pobre Mayumi no tendrá su pedazo. Eso y más se merece la desgraciada. ¡NO, NO, NO, NO! Yuna se cansó de esperar y abrió la puerta. Demonios, demonios.. Cerré mi teléfono terminando la llamada y pasé rápido la barra de chocolate. Seguro que me dice algo por no traer el uniforme de la escuela, pero llevo el puesto el de mi casa.. Tal vez piense que soy una estudiante de intercambio.. Espero que piense eso porque si no.. Estoy muerta.

Uno siempre puede desear algo, pedirlo o quererlo, pero la triste y cruel realidad es que nada saldrá como uno piense. Y como siempre, algo arruinará ese prestigioso “momento de gloria y superioridad”. Bien, digamos que ahora nos encontramos en una situación algo similar.

Al parecer, la señorita quiere darnos unas palabras importantes, como para irrumpir así como se le da la gana. Los japoneses tienen costumbres extrañas, o al menos lo son para mí, en las escuelas tienen vigilantes de aulas, miembros de consejo estudiantil, y por ahí, esta jovencita sería la que toma lista de asistencia. ¿Y si fuese algo importante en esta academia qué? Eso no debería importarme. Además que es muy pequeña como para no ser tomada por un estudiante más.
Numero tres, al ingresar a mi clase, si yo estoy presente deberán tocar primero la puerta… Y PEDIR PERMISO! Un movimiento veloz, tomando el borrador para lanzarlo en dirección a aquella mujercita, no le iba a dar obviamente, solo se lo disparé a unos varios metros para dejarle bien claro que tiene una “advertencia” Si el maestro está presente, se hace todo lo que él diga.
Bueno, está en mi territorio ahora, así que tome asiento. Y para todo el resto, que esto les sirva de lección, por su falta de conducta ante mí, y no hacer caso a lo que digo, no importa quien sea, mientras sean mis clases, se tomará en cuenta mi palabra. Así que todos espero que agradezcan a nuestra invitada recién llegada, porque gracias a ella todos, absolutamente todos ustedes se quedarán sin recreo. Olvídense de la hora del almuerzo.
Lo más normal es que cuando uno quebranta las normas, se le dé un castigo, yo digo: si se los castiga a todos por uno, el resto le echa la bronca a esa persona, y así aprenden todos para que ninguno se rebele. Hay, que hermoso la escuela, al fin puedo explayarme a gusto y demostrar mí tan grata maldad.
Otra cosa que se prohíbe a la hora de trabajar es el gritar. Si escucho a uno hablar con voz alta, están advertidos. Al hablar, me caminaba dando pasos muy lentos analizando los elementos que tenía para poder dar mi aprendizaje, el laboratorio que tenía estaba a mi disposición, y en él tenía todo lo necesario y más, incluyendo materiales desconocidos. Tan bien cuidados, tan limpios, tantas cosas que haremos con esto, es como un sueño hecho realidad. Pero, no iba a acariciar objetos de vidrio ahora, estaba en clases y tenía que dar mi introducción antes de que empezáramos con la práctica.

Díganme niños ¿Saben porque están aquí, y lo que harán? ¿No? Pues escuchen con atención. Conmigo tendrán química general, orgánica uno, y orgánica dos. Lo que aprenderán no es solo la manipulación de elementos y los distintos métodos de separación, sino también la materia y su composición. Esto puede servirles para crear nuevos productos como en el arte de la alquimia, mejorar sus impulsos nerviosos y la fuerza interna, y sobre todos, se harán más inteligentes. Aunque se aburran, esto les servirá de mucho en la vida, no crean que no.
Me detuve, y luego de eso miré al resto. Pequeños insignificantes y mocosos… si prestan atención, incluso pueden desenmarañar los misterios de la magia, pero ¿Se darán cuenta de eso, o no usaran la cabeza para darse cuenta que esto es útil?