una luna roja como la sangre... renacer de zero (libre 2 cupos)

Camino algo cansada… mientras sigo simplemente el andar de mis charas algo mareada, luego de ese dolor de hombro de ayer escape por la ventana de mi cuarto, sentía que si me quedaba ahí algo malo iba a pasar y eso creo que paso… ya que desperté con mucha sangre a mi alrededor… con unos cadáveres por la zona y el collar de la reliquia brillando en mi cuello mientras la pequeña de Nyo tenía la mirada perdida
-Humn… Alice… Alixe… ¿Dónde nos vamos ahora?-
Pregunto tosiendo levemente notando como sale sangre de mi boca probablemente culpa de la herida abierta nuevamente, maldiciendo por estas debilidades tan patéticas… sintiendo como el dragón de alixe se mueve por mi cuerpo manteniéndome en pie para que les siga como hipnotizada hasta la mitad del patio de la escuela a lo que miro a todos lados ya que de la nada desaparecieron ambos charas y los otros no despiertan
-Ayuko-chan deveria despertar ahora nii-chan?-
-Urusei Alice, ya es momento de que volvamos a ser uno-
-Jeje, esto será divertido-
-Bye bye Ayuko… Hola Zero-
Escucho como conversan ambos charas para luego sentir un dolor que me hace arrodillarme en el suelo escupiendo más sangre que antes para luego ver un chara con un ojo escondido mirándome de frente y sentir como todo oscurece
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-Era momento de que despertaras Zero-
Comenta el molesto chara shinigami frente a mí a lo que lo tomo y lanzo levemente mientras sonrió y siento mi cabello volver a la altura que corresponde y no este corto de niño tonto, alguien de mi poder debe mostrarse como lo que es
-Urusei, zero… ne no sientes ninguna señal de una nueva reliquia??-
Pregunto mientras veo como vuelve a mí a lo que este niega con la cabeza por lo que decido subir a un poste de luz de la cancha y dejar que el chara rastree el área mientras los huevos de mi otra parte aparecen a mi alrededor sin abrirse dejándome sentir una presencia abajo mío a lo que noto a alguien en la cancha mirándome

Para mí era otro de esos días que me gustaría estar perdido en una cueva, un lugar sombrío y lleno de misterio, donde la aventura y las batallas esperan por montones, los peligros inminentes y la estrepitosa acción del momento, el simple hecho de blandir un arma o golpear algo, estar activo, estar vivo, estar…
PLAF!Caí de la silla en la que me tabaleaba del aburrimiento. Mi reacción no fue algo normal, de hecho, no me moví aún con el golpazo que me di hacia atrás. Estaba enojado. Era ese momento tan inoportuno y detestable en la vida d cualquiera que desearías no estar allí. Bueno, mi tarde comenzó así. Sin nada interesante o divertido que decir.
Au… fue lo único que pude mencionar allí tirado en el suelo con silla y todo. Parpadeé unas veces, y luego sin mucho entusiasmo, me llevé la mano a la cabeza tocando el chichón que se me había hecho. Sí, me había dolido realmente, pero no sabía cómo expresar esto que sentía en el momento. Muy pesadamente, decidí levantarme finalmente y mirar alrededor. Vacío El salón en el que me encontraba se encontraba deshabitado salvo por una sola persona, yo. Mi mirada se detuvo ante los lavamanos notando todo limpio y ordenado, no había nada malo allí en el laboratorio. Entonces… ¿Qué?

¿Dónde están todos? Esa era la pregunta. Bueno, para comenzar debo decir que al ingresar a la escuela por primera vez me había agradado a la vista, y se la notaba muy alegre y llena de oportunidades. Ahora, algo me inquietaba. No, el problema no era que fuese fin de semana y por ello no hubiera clase, era uno de clases muy corriente, sino que la cosa recaía en que yo, si yo, no había pedido mis horarios al director. La verdad, si quiero trabajar tengo que hacer mejor las cosas e informarme bien, miren si llega a haber paro docente y yo doy clases como un idiota. Bueno, en este momento, al parecer no había ninguna clase que dar, y este muchachito no tiene nada que hacer aquí. Debía de ver el lado bueno, al menos encontré mi puesto y donde tengo que hacer las cosas. Ya habrá luego otro momento de revisar los materiales y el resto de los aparatos. Ahora, tenía que hacer algo para matar al aburrimiento. Esto te pasa por ignorante, despistado. Desearía que esa voz fuese de mi conciencia o de alguien sabio, pero no, la voz provenía de una personita especial que hubiese deseado no escuchar, el simple hecho de oír su vocecita molesta me ponía de mal humor, o más bien peor de lo que estaba. Salí de aquél sitio ya que no tenía asuntos, y me dispuse a recorrer el resto de la instalación. Tenía que conocer todo bien para luego no perderme o llegar tarde a una charla, pero para mí estos lugares enormes son como laberintos interminables, donde un pasillo resulta ser una bifurcación de miles de caminos. Estas sooolooo murmuró la vocecita nuevamente, a lo que miré a un pequeño de rojo asomarse por mi hombro izquierdo, sin mencionar palabra alguna. El sonido de mis fuertes pasos era lo que resonaba por ese sitio, haciendo un eco que podía llegar a causar no solo misterio a algún otro que hubiese presente, sino que como en una película de terror podría llegar a asustar y aterrar a alguien. Si tan solo hubiese tomado un bisturí o algo bien filoso para poder levantar mi mano y verme más temeroso, me vería mucho mejor que de costumbre, para poder quitar este decaimiento que llevaba encima. De a poco, los humos se me subían a la cabeza y empezaba a divagar, mi mente flotaba y miles de cosas se me ocurrían al momento, era un buen momento para dar mi ataque y resaltar entre este… este… ¿Qué demonios?
Para cuando volví a la realidad y dejar de andar a siegas pensando en otras cosas, noté sangre en el camino al frente, unas voces, y algo muy inquietante. Fuese lo que fuese, no podía quedarme de brazos cruzados, además que seguro algo interesante iba a ocurrir, así que saqué pecho y a paso firme bien recto, me adentré de modo serio a lo que podría llamarse “el encuentro”.

Quienes sean que estén allí, identifíquense. Comenté con voz fuerte y bien clara, tenía que mostrar que era un superior o que tenía algo de autoridad en el asunto. Al acercarme lo suficiente, ya pude notar mejor lo que pasaba y el murmuro ya no lo era, ahora podía escuchar mejor al resto y veía la situación actual. Por supuesto, no era un buen momento, y como de costumbre, llegué en mala ocasión.

Miro sonriente como la reliquia que tengo brilla colocándose frente a mi mientras siento como ahí una por aquí cerca a lo que rio complaciente bajando de un salto al centro de la cancha en busca de aquella sensación lenta que me embarga, algo familiar, algo conocido pero olvidado, ¿Qué sea esto?
-saaa saa parece que encontramos a alguno de tus hermanos pequeña reliquia, deberías guiarme a ella-
Comento mientras veo como empieza a caer de a poco una nieve tersa y suave pero tan gélida que congela a cualquier chara, cualquier emoción, cualquier sentimiento no usado de momento solo sufre con esto
-Jeje, vamos pequeña tu sabes lo que quiero-
Comento para luego ver a un ser humano frente a mi ce cabello y ojos castaños el cual miro fríamente para luego tender mi mano hacia el haciendo el chara change cubriéndose uno de mis ojos con el cabello mientras sonrió sádicamente meditando si atacar mas no lo hago de momento
-Deberías identificarte tu primero ante mí humano pero bueno, me llamo ZERO un gusto por dar tu vida para mi diversión-
Comento para luego extender mi mano mirándole fijamente en espera su reacción para activar mi ataque sobre el pero no lo hare de momento, no está haciendo nada y sus charas pronto comenzaran a congelarse

Un frío gélido tomo el protagonismo de la situación, Ayuko era la culpable de esto pero no entendía y por como iban las cosas no me daba tiempo de pensar en algo quedandome allí mirandola como si mi movimiento hubiera sido congelado y sin poder reaccionar ante su amenzasa mas no fue por su ataque era por que algo dentro de mí no me dejaba moverme.

El frío empesó a congelar a mis charas por lo que entrarón en su huevo para protegerse quedandose encerrados allí detro, haciendo esfuerzos por salir pero sin exito-Lilhe: Dejennos salir!!! Makoo Mako-chan!!-Gritaba la pequeña chara natural muy procupada de lo que pasaba pero su voz fue opacada por los gritos extremos de la loca chara con estas palabras-Baka!!! que te ocurre idiota! dejanos salir sino te reventaré la cara...!-Gritaba sin dar tiempo para respirar mientras mis otros charas se quedaban callados viendo la forma de moverse aún dentro de los huevos.

Chicos!!, que sucede?!-grité alarmado al verlos sin poder salir pero tuve que prestar mas atención a mí seguridad, ella estaba frente a mí observándome lo que producía que la adrenalina y el nerviosismo me hagan temblar pero rápidamente todo lo que creía sobre la causante de esto se desplomo. Con el cuerpo de alguien querido se presento alguien pero con otro nombre, Zero un nombre un poco extraño y pero produjo algo extraño en mí-Zero.-repetí lentamente mientras mi visión se agudizo, un dolo apareció en mi cabeza y me desplomé sin dejar de mirarla.

~Inició~Escuche una voz en mi cabeza muy parecida a la mía pero en otro tono, empecé a gritar ya que sentía que algo despertaba en mí otro yo, que intentaba poner atrás de la situación y salir-Quien eres?! Qué eres?!-Grite frenéticamente a Zero mientras intentaba controlar el temblado sin exito ya que el dolor de pecho que había parecido antes volvío, la situación estaba demasiado alamarte no sabía que hacer, que decir necesitaba ayuda pero las únicas personas que podían ayudarnos no estaba. En aquel momento de fragilidad sentí que iba perdiendo el poder en mi propio cuerpo así que sin tener las intenciones o fuerzas para hacerlo me paré dejando caer un hilo de sangre de mi boca que no limpié, mis ojos vidriosos tomarón un brillo extraño.

~Onee-chan~fueron las palabras artículadas por mi boca, yo estaba presente allí pero no podía controlar mi cuerpo, ya era inútil era otro quien estaba allí compartiendolo conmigo los dos estabamos controlando cada uno el cuerpo. El lado del ojo azul aún podía controlarlo pero mis movimientos eran inútiles no me sentía muy bien que digamos, el otro lado eres de él.

Quién eres?! Quién esta allí?-dije tratándome de controlarme refiriéndome a aquella presciencia que sentía en mí pero fue peor cuando fui respondido con mi propia voz-Soy Alfa...-Mi mirada se congelo y puso borrosa mientras cada uno de las cosas que lucha por olvidar con tanto esfuerzo volvieron, cada una de esas escenas que habían quedado en el pasado se expresaron en mi rostro con unas lágrimas que salieron del ojo azul.

Este era un buen momento para decir “Recorcholis” o alguna palabra de esas sin sentido para describir que… había llegado en un muy, muy mal momento. ¿Por qué será siempre así? Quiero encontrarme con alguien y termino siendo amenazado. En las calles con que me quieran robar, en los sitios abandonados y oscuros con que me quieren matar, y ahora resulta que también en la escuela. ¿Qué pasa con la gente? Está bien que sea un chico odioso y maloso, pero tampoco para tanto, el mundo no cambiará mucho con matar a un “criminal” más.

El ambiente era frio, oscuro, y el eco resonante de las palabras de la mujer era estresante. ¿Realmente esto es una escuela? Empezaba a preguntarme en ese momento. Si me daba vuelta y decía que no me invitaron a la fiesta o daba alguna excusa para intentar salir de esa, seguro que al mirar atrás me dispararían con algo. Es lo que siempre sucede en esos momentos de crisis en las caricaturas.
Levanté una mano lentamente sin generar ningún movimiento hostil, y en forma de saludo dije finalmente.
Hola, soy el profe. De seguro muchos pensarán que estoy de broma, saludar en un momento así no era muy cuerdo que digamos, pero si ellos se presentaron, entonces ¿Por qué yo no? Además yo era el extraño allí, por ahí ellos son amigos y están teniendo una plática amistosa, una muy inquietante…
Pueden llamarme Sparker, como chispeante en ingles… a menos que no sepan ingles.
Iba a continuar, pero algo me jalaba de uno de los bolsillos, era el pequeño samurái. ¿Qué le pasaba ahora? Al parecer no aguantaba más y quería ir al baño, estaba temblando, pero no… dado que el otro también hacía lo mismo. ¿Rojito estaba tiritando? Entonces esto no era cosa de la atmosfera o de haber tomado mucha agua, había algo más que afectaba el ambiente. Pero claro, lo que no se ve bien es lo responsable de esto, o sea para resumir, la chica. Retrocedí dos pasos y algo disgustado comente ¿No deberían estar descansando a estas horas de la tarde? El otro muchacho presente se lo veía raro en ese momento, esto ya no me gustaba. Si no actuaba rápido entonces esto se tornaría una masacre ¿El porqué digo esto? Porque el olor a muerte y venganza se sentía en el aire, no me pregunten el cómo lo sé.

Que es eso de "Libre 2 cupos"???