De nuevo aquí [Libre]

Mi respiración estaba ligeramente acelerada. El nerviosismo me recorría todo el cuerpo, y eso que ya la había visitado cientos de veces. Llegué, allí, al hospital. Las puertas se abrieron al estar delante, como siempre. Aquello parecía una rutina. Entré y fui a recepción.
-Kira-chan, tranquila. Si lo deseas puedo hacer un chara change.
El chara change de Runa sería muy útil, pero prefería hacerlo sola, además, resultaría raro que una diadema y una bufanda apareciesen por arte de magia.
-¡Ánimo, Kira-chan!
La voz de Akako sonaba siempre agradable y tenía un ánimo especial. Todas mis charas sonrieron, incluso Himeko, a pesar de su usual mal genio.
-Hola, supongo que querrías ir a ver a tu hermana, como siempre. Habló la mujer de la recepción, que al parecer, de tanto visitar aquel sitio me conocía.
-En efecto.
-Claro. Por favor, espera. Te llamaremos cuando puedas entrar.
Puse mi mejor sonrisa y me dirigí a la sala de espera. Me senté sobre una de las tantas sillas que había en aquel lugar. Mis charas se sentaron sobre mis piernas. La sala estaba vacía, por tanto tuve una idea.
-Runa, chara change.
Runa asintió. Tomé su usual calma y un sentimiento agradable recorrió mi cuerpo.
-¡Kira-chan! ¡Estas congelando la silla!
Angie tenía razón. Todavía no controlaba los poderes de Runa. La descongelé con rapided y deshice el chara change, quedándome sin el sentimiento de calma que previos momentos me recorría. Ahora estaba allí, sola, esperando que me llamasen, sin saber el motivo de tal nerviosismo debido a lo que se había convertido en algo habitual.

Normalmente no iba al hospital, era una persona saludable, los únicos problemas que podría tener son algunas fracturas por mi torpeza o cosas así pero esta vez no había venido por esas razones. Mis padres me recordaron que hoy tenía que ir con un medico para controlarme, debía ir por lo menos dos veces al año para saber como estoy, era como un examen general. No me molestaba hacerlo, aunque ese día tenía ganas de descansar, prefería asegurarme de que estaba completamente sana antes de dormir quizá la mayor parte del día. Y así lo hice, junto con Lilia fui en dirección al hospital sin quejarme ni nada. Ella estaba muy alegre y yo solo caminaba inexpresiva. Al entrar al hospital me hicieron esperar, lo mismo de siempre. Cuando por fin fue mi turno, entre con el médico para hacer mi revisión. Todo normal, salí tranquila de ahí porque estaba completamente sana y saludable, Lilia también estaba feliz por eso.

- Sabía que ibas a estar saludable ~ - Dijo sonriendo mi pequeña chara mientras yo solo sonreía para ella. Nos dirigíamos a la salida cuando algo llamó nuestra atención. Al principio yo no lo había notado, fue Lilia la que se dio cuenta. Ella me susurró lo que había visto y rápidamente observe como la silla donde una chica estaba sentada se congelaba y ella trataba de descongelarla lo más rápido posible. ¿Pero que cosa había pasado? Las únicas explicaciones que pasaron por mi cabeza fue que esa chica tuviera charas, porque por lo menos yo no había visto otro tipo de "magia" en esta vida. Y así fue, justo como lo había pensado, Lilia inmediatamente me dijo que sentía la presencia de charas muy cerca. Nosotras, aún impresionadas por lo que habíamos visto, desviamos la mirada rápidamente tratando de aparentar no haber visto nada para que la chica no se diera cuenta.

- Lilia, no digas nada y escóndete. - Le susurré a mi chara para que hiciera lo que le había dicho, ella obedeció sin decir nada, realmente no sabía para que quería esconderla si lo más probable era que la chica tuviera charas y de hecho... ¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¡Sus charas estaban a la vista! Aún así decidí esconder a Lilia ya que pensaba que quizá si me descubría tendría que hablar con ella y como yo no era buena socializando... pero también pensé que quizá no me hablaría aunque descubriera que tenía una chara ya que si estaba en el hospital quería decir que ella tenía cosas más importantes que hacer. Observé discretamente a la chica de cabello color rosa y sin mostrar alguna expresión me dirigí lenta y cuidadosamente a la salida esperando que no me descubriera mientras que Lilia se encontraba escondida entre mi cabello.

Seguía intranquila, con los brazos apoyados sobre las rodillas, con la mirada perdida pensando en mis cosas. Como todas las veces que iba a aquel lugar me recordé metida en el armario, y el sonido de los tiros en mis oídos. Salí de mi horrible sueño cuando oí la voz de Cherry.
-¡Kira-Chan! ¡Aquí hay más charas!
¿Suponía eso algún problema? Tan poco iba a ponerme a buscar un chara entre la gente cuando podían llamarme en cualquier momento. Pero la curiosidad pudo conmigo. Me levanté de la silla.
-Viene de esa chica.
Miré hacia donde mi chara decía. Era una chica, que rondaba sobre la misma edad que yo. La miré disimuladamente y caminé hacia ella. Sonreí.

-Parece que tu también tienes charas.
En efecto. Pude ver una chara que se asomaba por su cabello. Pensé en lo que acababa de hacer. Tal vez molestase a la chica mi directa actitud, o tal vez se sentiría acosada. Bueno, en cualquier caso, no pretendía asustarla.
-Me llamo Kira. Y estos son mis charas.
-Yo soy Angie.
-Akako nee.
-Cherry nya.
-Himeko.
-¡Runa!

No sé si mis charas habían hecho lo correcto al presentarse. Tal vez esa chica tuviese prisa, o simplemente no quisiese escucharnos. De cualquier manera quería esperar su reacción, fuese buena o mala. Jamás había visto charas de otras personas, y la curiosidad era demasiada. Me preguntaba como sería su chara change y su chara nari. Y su chara, pues estaba oculto bajo el largo cabello moreno de la chica. Mis charas se posaron sobre mis hombros. Miraban fijamente a la desconocida. Crucé los brazos. No sabía del todo bien si mi actitud le resultaba incómoda, molesta, extraña o incluso loca. Miré el reloj. Ya había pasado media hora desde mi llegada, así que supuse que pronto dirían mi nombre, y comencé a preguntarme si haber seguido a la chica había sido del todo bueno.

Esperaba a que no me descubrieran, Lilia se quedaba tranquilamente escondida en mi cabello y no decía nada. Sentía que las orejas de Lilia se movían cerca de mi rostro, haciéndome cosquillas, traté de disimularlo para pasar discretamente hasta llegar a la salida, pero algo pasó. Lo que temía había sucedido, la chica me descubrió y de hecho lo primero que mencionó fue el tema de que tenía un chara. Lilia puso la misma expresión que yo en su rostro, algo asombrada y asustada. La chica no me molestaba ni me desagradaba, el problema que tenía era solo que no sabía como socializar, tenia mucha timidez en mí. Con la gente desconocida no podía mostrarme naturalmente como soy, primero actuaba de forma seria para ver como respondían a mi personalidad. Si me agradaban, les mostraba mi verdadero yo, y si no pues... simplemente me alejaba. Lentamente y cambiando radicalmente la expresión de mi rostro por una seria, voltee para ver a la chica y sus charas. La chica estaba sonriendo, a simple vista parecía una persona amable, no me dio miedo. Se presentó como Kira, era un lindo nombre, inmediatamente sus charas se presentaron. Estaba un poco asombrada por la cantidad de charas que la chica tenía. Luego de escuchar las presentaciones, Lilia salió rápidamente de mi cabello con una actitud muy alegre.

- ¡Lilia! - Exclamó la pequeña chara para presentarse también, la razón principal del por qué lo había hecho era porque una de las charas de Kira, al parecer Cherry, tenía orejas y cola de gato igual que ella, además de decir "nya". Observé cuidadosamente a la chica, era alta, más alta que yo, tenía un largo cabello de color rosa y ojos azules. Sus charas se posaron en sus hombros. Yo decidí presentarme también ya que no podía hacer nada más, con el mismo "escudo" de personalidad seria que usaba siempre, procedí a presentarme.

- Shibuya... Hitomi. - Apellido y nombre, los dije fría y tranquilamente para presentarme a la chica, Lilia me miraba con su expresión de "otra vez con el supuesto escudo". Ya estaba acostumbrada a que Lilia me regañara por eso, ya que mi actitud indiferente podía parecer un poco desagradable a veces, pero era mi forma de cubrir la timidez. Mi pequeña chara se acercó a mi lado y se quedó flotando en ese lugar.

La chica se volteó, con una expresión seria en su rostro. Realmente aquella expresión me pareció completamente normal, puesto que no me conocía de nada. De pronto, su chara salió de su cabello y se presentó como Lilia. Su chara parecía muy dulce, y me agradó bastante.

La chica también se presentó, usando su nombre y apellido. Su tono sonó bastante frío, pero no incómodo. Su chara se acercó ligeramente a ella.
-Hitomi Shibuya... Es original, fresco. Yo me apellido White, no lo mencioné.
Una risa algo fingida salió de mi garganta.

Una de mis charas, Runa, con su natural calma y educación, se acercó a la pequeña Lilia.
-Es un gusto conocerte. Como ya dije, soy Runa, la última chara de Kira-chan ~desu
Sentí que Runa hablaba demasiado. Esperaba que mi directa chara no molestase ni a la chara ni a la chica, Hitomi.

De nuevo miré el reloj con nerviosismo.
-Kira-chan, se decente.- Me susurró Angie al oído.
De pronto, un flashback pasó por mi mente. "Kira-chan, se decente, se educada, pero ante todo, se fuerte". Sí. Eso era lo que me solía decir mi padre en una de esas charlas de educación que me daba tan usualmente, esas que tanto me aborrecían y que tanto hecho de menos. Me hubiese puesto a llorar allí mismo, pero intenté mantener una sonrisa extraña, una mezcla de sentimientos. Intenté ponerme lo más natural posible, esperando que la chica ignorase el detalle.

Decidí volver a hablar para olvidar aquel pequeño flashback.
-Lilia, eres muy... mona.

La chica llamada Kira mencionó su apellido que era White. Era un curioso nombre, no sonaba del todo japonés. Quizá tenía padres de distinta nacionalidad o quizá no pero no era momento de tratar de adivinar la procedencia de la chica. Yo solo seguí en mi posición sin saber qué más decir, por suerte uno de los charas de Kira interrumpió el pequeño silencio acercándose a Lilia para presentarse una vez más.

- Mucho gusto Runa, como yo dije también, soy Lilia. - Volvió a presentarse sin problemas y con una amable sonrisa mi pequeña chara de ojos verdes. Mientras las dos charas hablaban no pude evitar notar un pequeño cambio en la expresión de Kira en su rostro. Pero decidí no decir nada porque debían ser cosas en las que no debía meterme. Escuche el comentario que hizo sobre Lilia, observé a mi chara.

- Muchas gracias White-san. - Respondió Lilia con un leve sonrojo haciendo una reverencia. Tomé a Lilia entre mis manos y comencé a acariciar su cabeza, en realidad no se por qué lo hice, pero mi personalidad fría decía que debía demostrar que Lilia era de mi propiedad. Tenía ganas de preguntarle sobre lo de la silla congelada pero definitivamente mi personalidad del momento no me lo permitía, para mi sorpresa Lilia se encargó de eso.

- White-san ¿tú sabes por qué la silla estaba congelada hace un momento? - Preguntó curiosa la pequeña chara de ojos verdes mientras yo la veía un poco más seria que antes, por dentro sentía que Lilia la incomodaría pero no pude hacer nada más que esperar la respuesta de la chica, si es que había una respuesta considerando que es muy extraño que una silla se congele sola.

Lilia contestó, y me dio las gracias por el cumplido. De pronto, la muchacha cogió a la pequeña, para indicar que era de su propiedad, pensé yo. Parecía haberle ofendido lo que había dicho.

Su chara, con una expresión más seria que antes, me preguntó el motivo de que hubiese congelado la silla. Durante un momento no sabía que contestar. Sonreí nerviosamente.

- Bue-bueno, yo estoy a-aquí por m-mi hermana...
Tartamudeé ligeramente. Intenté calmarme.
- Y estaba nerviosa... Y Runa puede calmarme con su chara change...
Proseguí algo más tranquila.
- Así que decidí hacer un chara change, pero no controlo muy bien los poderes de la pequeña... y congelé la silla, debido a que es uno de los poderes de ella.

- Kira-chan creyó que nadie la había visto.
Tras hablar, Himeko soltó una risa algo maligna y burlona, como solía hacer. Un leve tono rojo se apoderó de mis mejillas, y esperé, de nuevo, respuesta alguna.